TODO ES PERFECTO

Hemos admitido que asumimos la responsabilidad de nuestra vida. Hemos firmado el contrato de nuestra existencia. Nuestro yo superior o ángel solar entra en meditación proyectando hacia él su reflejo, que somos nosotros, corrientes de energía que son reconocidas por el hombre como sus impulsos superiores, sueños y aspiraciones.
Somos dirigidos por la luz del alma, y no sabemos hacia donde nos lleva, pero sabemos que debemos que ir en esa dirección.
Desde aquí reconocemos la vida como un sueño, un escenario donde somos el artista principal de nuestra existencia, y todo lo que nos rodea el escenario.
Cada persona que aparece en el argumento pasa a ser nuestro maestro, alguien que nos tiene que enseñar algo, y está ahí para nuestro aprendizaje y evolución.
Lo que te irrita de alguien forma parte de tu sombra, parte inconsciente que hemos de sacar a la luz, lo que admiramos del otro, aquello que tenemos que potenciar.
Escenario perfecto que irá creando nuestra obra y que culminada ésta pasaremos a otro lugar de existencia.
Ya no juzgamos a nada y a nadie, todo está aquí para algo, cada alma elige su propio escenario para su evolución y todo es perfecto